lunes, 17 de octubre de 2011

Secuelas de una realidad maltratadora...

Estoy cansado, molesto con la vida, realmente quisiera desaparecer ahora, diría que más que nunca pero probablemente lo vuelva a repetir; a fin de cuentas siempre acabo diciendo lo mismo, ¿no? He escrito tanto que ya ni siquiera sé qué palabras usar... He gastado tanto diccionario que no me siento con la libertad de seguir plasmando lo que voy sintiendo en las líneas, líneas que son mi única salvación, líneas que me cobijan y que me liberan; líneas, letras, tinta, las únicas que pueden salvarme, que pueden retenerme, que pueden guardarme entre sus brazos. Quisiera escaparme lejos, otro planeta, otra dimensión, lo que sea, escaparme, esconderme, meterme dentro del closet y no salir nunca; ponerme bajo la cama y no volver a ver la luz. Pero es tan complicado esconderme cuando hay gente que se da cuenta de lo que siento, y preguntan. ¿estas cansado? ¿ por que deseas dejar de existir?. ¿Por qué no pueden olvidarse de mí de una vez por todas? Por qué no pueden simplemente dejame en paz, aburrirse de seguirme, cansarse de mirarme...
Quiero correr, quedarme en un lugar tan oscuro como el espacio. Allí sentarme y abrazar mis piernas con mis brazos, cerrar los ojos y recargar mi cabeza en mis rodillas; llorar, llorar hasta que no salgan lágrimas, hasta que todo ese líquido se haya acabado hasta tal punto, en el cual tenga que comenzar a llorar sangre; y en una de esas, tener la suerte de que la sangre se acabe, la suerte de que puedan deshacerse de mí. Yo no sé qué hago aquí, si soy tan diferente, tan inexistente; nadie me ve, nadie se percata de que estoy aquí, a nadie le importa realmente porque lo único que hago es daño... daño y más daño. No aporto nada a la vida de los demás, simplemente problemas interminables. 
Quiero fundirme en la tierra, quiero arrancarme el alma en cada respiración, en cada suspiro. Quiero convertirme en la lluvia y en el viento; en la tormenta y el mar agitado que se eleva por el nivel de la humanidad. Majestuosa... vida. Tan majestuosa e inalcanzable, que ni siquiera me siento capaz de tomarte en mis manos. No puedo, vida, tantas veces que te he fallado, tantas veces que te he defraudado, ¿por qué sigues dándome oportunidades? ¿Por qué sigues dándome tu ayuda, si lo único que quiero es marcharme? No puedo aguantar la angustia, me lleno de desesperación y no tengo ganas de hacer algo. Quiero correr. Quiero convertirme en la hoja, en el calor que se apaga, en el frío que se oculta, quiero ser invisible, convertirme... convertirme en nada. Quiero acabar con todo, dejar de traicionar a quienes quiero, dejar de defraudarlos, dejar de hacer las cosas mal... tan mal...
Necesito ahogarme. Cortarme los brazos hasta aterrarme. Necesito ahorcarme y jalar de mi cuello hasta no tener fuerzas. Necesito acuchillarme y atravesar balas por mi pecho; veamos si sirve de algo. Estoy tiritando, tengo frío, pero más que frío tengo congelado el espíritu. Quiero lanzarme al vacío y quedarme ahí, sin que nadie tenga ni la menor idea sobre mi paradero. Quiero entender las cosas, pero cada vez que averiguo algo, más me cuesta. Quiero recostarme, pensar en mi, quiero... simplemente quiero dejar todo esto, necesito irme. Necesito desaparecer por mucho tiempo, estar solo. Congelar mi piel y llenarme del aroma a gloria. Quitarme el sufrimiento, sentirme aliviado... Quiero correr los riesgos, pero cuando me lanzo a la vida, la vida me rechaza. ¿Entonces? No entiendo. Ya no quiero arriesgarme más porque cada vez que lo hago, más punzante se hace el dolor. Más sangre corre. Quiero guardar silencio, pero a la vez quiero gritar las cosas que estoy sintiendo desde hace mucho tiempo. Mañana, no sé qué será de mañana. Me complicaré la vida probablemente y me dejaré abierto a la muerte en cualquier rincón de mi mundo. Aunque mi mundo no es muy grande, o al menos no lo sé, porque no hay luz. Podría estar caminando kilómetros y kilómetros pensando que he estado dando vueltas en la misma habitación durante siglos; el tamaño de mi mundo depende de la persona a quien quiera. Hoy, el tamaño de mi mundo... es una caja. Pequeña, apenas entro en ella, pero me guarda, me protege del todo, me esconde. Es fuerte, tiene vida propia y parece incluso susurrarme cosas al oído mientras gritan mis cuerdas vocales sin emitir sonido. Me siento insignificante, ¿sabes? Quisiera, quisiera ir a un bosque, y sentarme en la hierba fría y húmeda, apoyar mi espalda en las raíces de un árbol tan solo como yo, hacerle un poco de compañía en silencio, una compañía que no interrumpe pero que llena por completo; basta la presencia. Aquel árbol me amarraría con sus ramas, me estrujaría y me haría saber que aún estoy vivo. Le preguntaría, entonces, ¿por qué? y él me diría, que aún tengo demasiadas cosas que hacer. Seguramente me quedaría durante unos segundos pensando en ello, en las cosas que debo hacer. Luego de un instante, me inundaría en la rabia y me retiraría; me sentaría al lado de un árbol seco, sin hojas, raíces raídas por el tiempo, presencia triste y afectante, débil; y aquel árbol tan desgastado, tan inservible, tan invisible; lo vería, me serviría, sería mi uso. Ese árbol, no me cuidaría, pero siempre estaría. No me daría consejos, pero sufriría conmigo si llegara a depender de ello. Ese árbol, sería más realista que el primero, no obstante, seguro estoy de que cuando me levantara, no habría aprendido nada, él tampoco. Pero ¿qué importaba? Nada. Si por un poco de tiempo, habíamos obtenido lo que buscábamos; esa compañía irrompible, pero demasiado distante para ser compañía.

domingo, 16 de octubre de 2011

12 noviembre 2007 - 3:46 am

"Pensar, que algún día, no fuiste más que una perfecta amistad. Que de a poco te fuiste convirtiendo en una preciosa ilusión, que no podía concretarse; porque simplemente no debía ser así. Con esfuerzos fui reprimiendo todos esos sentimientos, & recuerdo que el peor día fue cuando tú, cuando tú me confesaste, sin querer, que vivías lo mismo que yo, que lo que yo sentía por ti era recíproco. Pero yo, tenía miedo. ¡Cuánto miedo tenía, ¡y ahora cuánto me arrepiento de haberlo tenido! maldito miedo! Y quise, claro que quise decirte lo que sentía, y te vi ahí, en esa escalera mecánica, y corrí a abrazarte con toda mi alma en el abrazo; te sentí incómoda, sorprendida incluso, & se me adormecía el corazón en tu aroma, mientras arrugaba los ojos tratando de no llorar. Quise hacerlo, quise decirte todo... pero no pude. Fue pasando el tiempo y dejé que la distancia se apoderara, dejé que te convirtieras en algo más feliz, con esa felicidad que yo no supe darte. Pero luego, luego no aguantaba. Eran puñales que se clavaban en mi espalda, ni te imaginas el dolor que se me pasaba por el cuerpo cuando me lo contabas. & así pasó un poco más el tiempo, y yo ya no podía esperar mucho más; tuve que hacerlo, con tu ayuda, de hecho, tuve que hacerlo, & te lo dije. Pensar, que en estos meses han habido tantas cosas, tantas cosas que me han subido y me han bajado a sus ganas, como una montaña rusa que a veces me marea demasiado, hasta el punto de vomitar, pero que a la vez tiene momentos en los que puedo calmarme. Supongo que la vida es así, porque tiene que serlo, por algo es vida, & se vive. Durante estos meses, me puedo dar el derecho de opinar tantas cosas, de decirte que he aprendido pero también me he vuelto un imbecil, un poco de todo, como diría mi libro "me gusta esa actitud, una parte de coraje, tres de estupidez". He visto la belleza en una flor, he querido quitarme la vida de una manera violenta. Pero aquí estoy, aquí sigo y creo que seguiré por bastante tiempo más, todavía no puedo irme porque aún tengo muchas cosas que hacer. Muchas cosas contigo, muchas cosas juntos, muchas cosas que ni en sueños me atrevo a desperdiciar. A veces me gasto los minutos pensando en que, si hubiese sido capaz de decirte lo que sentía en ése momento, todo podría haber sido diferente; pero hoy perfectamente entendí por la mañana, que todo puede ser diferente debido a cada decisión que uno tome, y podría haber pasado cualquier cosa, y a pesar de todo eso, ahora pienso que por algo tenía que suceder todo aquello. Quizás, para que yo me diese cuenta de lo tan fresco, tan a lo mar, tan a la brisa del océano, tan al aroma del verano, tan a la suavidad del césped, se siente tan perfecto. Tan perfecto cuando te duermes en mis brazos, tan perfecto cuando nos interrumpen los latidos del corazón. Te amo, y sé perfectamente que va a ser por mucho tiempo. Me amas, y sé perfectamente que lo harás por siempre. Nos amamos, y creo que es lo más perfecto, lo más hermoso, y a la vez lo más incoherente que puede haber. Pero ahí está, el amor que nos tenemos, y se me hace excelente, perfecto, cada beso, cada caricia, cada abrazo; me haces volar, y ni siquiera por la luna ni el universo ni mil galaxias cambiaría todo esto; te amo, por siempre y para siempre."

viernes, 14 de octubre de 2011

...

Recien me fuí de viaje. Sí, en serio. Lo que pasa es que no me siento capaz de traer hasta aquí lo que ví. ¿Qué idioma posee verbos para ese bosque?¿Qué palabra define ese cielo? Me dan pena los hombres porque están condenados a contar lo que viven. Necesitamos estas letras de mierda para transmitir, por ejemplo, un amanecer. Siempre tratando de imitarlo todo. ¿No les parece ridículo escribir "estrella"? Como si eso que tintinea cuando miras hacia arriba, la sensación de su infinidad divina y la inquietud de no saber dónde queda, pudiera resumirse en aquellas ocho figuras extrañas puestas juntas. Iluso. 
Hay otra clase de gente que me parece curiosa. Esas personas que creen poder reemplazar lo que se dice cuando se abraza diciendo algo sin abrazar. Háblame sobre una mirada, consigue usando las mil metáforas describir cómo brillan sus ojos. Explícame con el lenguaje más técnico el sonido que produce su respiración. Usa todos los recursos gráficos imaginables para dibujar su boca cuando calla. Te deseo la mejor de las suertes. 
Yo, como es lógico, no puedo ni debo decir más. Me fuí de viaje y alguien más estuvo ahí. Ella sabe. 



Tengo problemas con los colores de esta cosa.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cuando...

- Cuando es necesario olvidar? Cuando lo que uno siente se vuelve incorrecto? Cuando ya no puedes sentir aquello , yo siento y aun demuestro pero sé que debo olvidar & alejarme de aquello , de ella en especifico , pero no puedo o realmente no quiero ; Me aferro a querer & a sentir , pero debo dejar de hacerlo , como me convenso a no amar? , a no poder demostrar que la amo aún más cuando no esta conmigo! , Que la extraño muchísimo & ya no puedo ocultarlo ... Que he llorado lo que no llore en mi vida solo porqué tengo claro que la perdí .. No quiero alejarme de ella porqué a veces pienso poder conquistarla nuevamente! Pero no es así ... & sé que es una ilusión , es una idea tonta que nacé en mi , para no alejarme o no querer olvidarla totalmente.

No han sido dias buenos, estos 4 años siguen pasandome la cuenta.

Algo corto, a pedido de Franie Rush.
Un abrazo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Estoy hecho para el olvido

Quizás vuelva a perder lo que he encontrado, quizás siempre será la misma historia de siempre, que con razón o sin razón, nunca tiene explicación ni solución, me quedo en un mismo lugar de siempre, arrepentido explicando y lamentando dolores del corazón, mañana será otro día quizás, pero una vez mas perdí lo que estaba encontrado... sea lo que sea por que se haya ido por favor denme una explicación y díganme que fue por una buena.
A ojos difusos, la pienso, pero una vez más vuelvo a perder lo encontrado.


Día nublado, poca luz, cortinas y ventanas cerradas, notebook prendido, a ojos cerrados
ESTOY HECHO PARA EL OLVIDO.

jueves, 8 de septiembre de 2011


Negra noche en una negra ciudad, negra mi alma que la recorre, verde la esperanza que no hay en estos bosques verdes que mienten, celeste debe ser para algunos el cielo que nunca vió. Pavimento frío, inmisericorde y gris, único descanso de sus ojos grises, rojo sarcástico en tus labios falsos y roja la herida incurable del engaño, rosadas todas, seguras, risueñas, rosadas manos que se burlan cuando escribe lo que teme, blanco el papel que es cómplice de mi auto-destrucción. Café es la tierra, el ambiente en que sitúo mis penas hechas historias. 
Inútil el sol amarillo para este hombre nublado, naranjos, plateados, fucsias, dorados, puedo ver, dispersos por el aire, esta vez azul es el mar que me ahoga desde entonces. 
...y no tienen color las lágrimas porque son de verdad.

martes, 6 de septiembre de 2011

Cigarro.


Enciendo otra poesía, oculta bajo el papel de alquitrán, el lápiz bota el humo de mi yo indeciso, toda la mesa caótica y sucia de cenizas que son ahora lo que quise que fuéramos, más colillas en lo que se parece a mi corazón, residuos de instantes, escombros de esperanza, pobre pulmón, negro de tanto aspirar nostalgias y apago mis palabras sobre mí..